Una de las especies más sobresalientes, e incluso uno de los principales representantes de los ecosistemas andinos es el Oso Andino u Oso de Anteojos (Tremarctos ornatus), el cual se encuentra categorizado como en estado Vulnerable a la extinción, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Los asentamientos humanos y la consecuente pérdida de las áreas boscosas para el desarrollo de actividades agropecuarias son una de las causas que contribuye de manera considerable al declive poblacional de la especie, debido a que no sólo afecta la disponibilidad y continuidad del hábitat, sino que propicia la cacería y las potenciales relaciones negativas con animales domésticos. A pesar de que muchas áreas protegidas se han establecido en los últimos 20 años, estas áreas protegen sólo una fracción del hábitat del Oso Andino restante, y por ende, los paisajes no protegidos, o dominados por humanos, son fundamentales para su conservación. Por otra parte, incluso dentro de áreas protegidas, los Osos son vulnerables a la destrucción del hábitat y la caza furtiva debido a que muchas zonas no pueden ser protegidas de forma adecuada. Basado sólo en las tendencias de crecimiento de la población humana (y el consecuente deterioro del hábitat y una mayor explotación de las poblaciones de animales que esto conlleva inevitablemente), el Oso Andino se encuentra entre los carnívoros que son más propensos a moverse hacia la extinción. Bajo el escenario actual de crecimiento humano, y la expansión de sus actividades sin planificación, se espera que para el año 2030 el Oso Andino se encuentre en una categoría aún mayor de riesgo (En Peligro).
Fecha de Publicación: 15 Apr 2017
Cita:
Rodríguez Páez SA, Reyes González L, Rodríguez Álvarez C, González-Maya JF & Vela-Vargas IM. 2016. El Oso Andino Guardián de los Bosques. Gobernación de Cundinamarca, Parque Jaime Duque. Bogotá, Colombia. 58 pp.
El Oso Andino Guardián de los Bosques
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